Con motivo de la sexagésima feria de Bucaramanga y los preocupantes resultados en materia de orden público que se presentaron en los diversos eventos de inauguración, durante el fin de semana pasado, Dilmar Ortiz Joya, Defensor del Pueblo regional Santander, hizo un llamado a colaborar con la administración municipal y la fuerza pública, “quienes están haciendo su mejor trabajo, brindando sus recursos humanos y técnicos para ofrecer seguridad y calma a toda la comunidad santandereana y a los visitantes, pues la feria es para disfrutar en familia, en un ambiente de sano esparcimiento y diversión”, indicó el funcionario.
Afirmó Ortiz Joya que las altas estadísticas en cuanto a riñas (un poco más de 700), heridos (cerca de 20) y accidentes menores de tránsito, registrados durante el los eventos de inicio de la feria, no dejan mentir acerca de la intolerancia, la imprevisibilidad en materia de accidentes viales, y “son el resultado fehaciente del estado de alicoramiento de muchos individuos que no miden el gran daño que hace esa mezcla tan terrible entre el trago y la gasolina, el porte de armas, la conducción de vehículos de manera irresponsable, el incremento de atracos por parte de la delincuencia que aprovecha para hacer su agosto con motivo de las ferias”.
Mucho ojo a con los menores y las armas
De igual manera, el Defensor llamó la atención sobre el cuidado a los menores que en algunos eventos acompañarán a su núcleo familiar y reiteró la importancia de que los padres de familia los protejan y nos los dejen abandonados porque hay demasiado público tanto de la ciudad como de afuera, y de esta manera no tengamos que lamentar alguna situación negativa con base en esta omisión, pues por mas que esté bien organizada y se cuente con un buen despliegue de seguridad hay contextos que pueden ser garantizados por los progenitores.
“A los expendios de licor de la ciudad, que por favor tengan en cuenta la prohibición legal que existe de no vender bebidas embriagantes a los menores de edad; le hacemos un daño a la juventud, a la comunidad vendiendo licor, generando en ellos posibilidades de causarse perjuicio y de originarlo a otros. Ojo! los padres de familia estemos pendientes de nuestros hijos, de nuestros retoños y mantengamos una vigilancia como padres responsables. Evitemos que ellos consuman alcohol y generen situaciones que deplorar”, expresó Ortiz Joya.
No solo para la Defensoría del Pueblo –añadió el funcionario- sino para todos los que participan de estas ferias organizadas y coordinadas por la administración municipal y las directivas de CENFER, es importante apoyar a las autoridades, y que la comunidad tenga en cuenta la tolerancia, la prevención para que sean unas ferias inolvidables pasadas por tranquilidad y armonía simple y llanamente en el disfrute de toda la gente a un evento que Bucaramanga y el Area Metropolitana se lo merecen.
En cuanto al porte de armas, hizo también un llamado para que las personas se abstengan de llevar este tipo de elemento o cualquier instrumento corto-punzante, pues estas no se necesitan; “lo que necesitamos es llevar un corazón tranquilo, alegre, pacifico con el fin de disfrutar en familia. El llevarlas, es una posibilidad de transgredir la integridad física de alguna persona y generar que un ambiente de sano esparcimiento se convierta en tragedia”.
Dilmar Ortiz Joya, dijo que estas ferias son un evento que Bucaramanga y su área metropolitana se merecen, reiteró que el portar armas genera un mayor compromiso en su utilización y expresó que “si la gente asiste a actividades de disfrute con la familia es a pasarla bien y no a crear circunstancias que hacen que las personas involucradas tengan que arrepentirse, o a que se genere un problema jurídico penal que va a dañar la tranquilidad de la familia porque su ser querido en un ataque de ira, esgrimió un arma blanca o desenfundó una de fuego trasgrediendo la vida o integridad personal de otra, generando desconcierto, una situación de victimas para los demás, y caótica para las personas que se ven envueltas en las circunstancias de riña”, concluyó el funcionario.
Afirmó Ortiz Joya que las altas estadísticas en cuanto a riñas (un poco más de 700), heridos (cerca de 20) y accidentes menores de tránsito, registrados durante el los eventos de inicio de la feria, no dejan mentir acerca de la intolerancia, la imprevisibilidad en materia de accidentes viales, y “son el resultado fehaciente del estado de alicoramiento de muchos individuos que no miden el gran daño que hace esa mezcla tan terrible entre el trago y la gasolina, el porte de armas, la conducción de vehículos de manera irresponsable, el incremento de atracos por parte de la delincuencia que aprovecha para hacer su agosto con motivo de las ferias”.
Mucho ojo a con los menores y las armas
De igual manera, el Defensor llamó la atención sobre el cuidado a los menores que en algunos eventos acompañarán a su núcleo familiar y reiteró la importancia de que los padres de familia los protejan y nos los dejen abandonados porque hay demasiado público tanto de la ciudad como de afuera, y de esta manera no tengamos que lamentar alguna situación negativa con base en esta omisión, pues por mas que esté bien organizada y se cuente con un buen despliegue de seguridad hay contextos que pueden ser garantizados por los progenitores.
“A los expendios de licor de la ciudad, que por favor tengan en cuenta la prohibición legal que existe de no vender bebidas embriagantes a los menores de edad; le hacemos un daño a la juventud, a la comunidad vendiendo licor, generando en ellos posibilidades de causarse perjuicio y de originarlo a otros. Ojo! los padres de familia estemos pendientes de nuestros hijos, de nuestros retoños y mantengamos una vigilancia como padres responsables. Evitemos que ellos consuman alcohol y generen situaciones que deplorar”, expresó Ortiz Joya.
No solo para la Defensoría del Pueblo –añadió el funcionario- sino para todos los que participan de estas ferias organizadas y coordinadas por la administración municipal y las directivas de CENFER, es importante apoyar a las autoridades, y que la comunidad tenga en cuenta la tolerancia, la prevención para que sean unas ferias inolvidables pasadas por tranquilidad y armonía simple y llanamente en el disfrute de toda la gente a un evento que Bucaramanga y el Area Metropolitana se lo merecen.
En cuanto al porte de armas, hizo también un llamado para que las personas se abstengan de llevar este tipo de elemento o cualquier instrumento corto-punzante, pues estas no se necesitan; “lo que necesitamos es llevar un corazón tranquilo, alegre, pacifico con el fin de disfrutar en familia. El llevarlas, es una posibilidad de transgredir la integridad física de alguna persona y generar que un ambiente de sano esparcimiento se convierta en tragedia”.
Dilmar Ortiz Joya, dijo que estas ferias son un evento que Bucaramanga y su área metropolitana se merecen, reiteró que el portar armas genera un mayor compromiso en su utilización y expresó que “si la gente asiste a actividades de disfrute con la familia es a pasarla bien y no a crear circunstancias que hacen que las personas involucradas tengan que arrepentirse, o a que se genere un problema jurídico penal que va a dañar la tranquilidad de la familia porque su ser querido en un ataque de ira, esgrimió un arma blanca o desenfundó una de fuego trasgrediendo la vida o integridad personal de otra, generando desconcierto, una situación de victimas para los demás, y caótica para las personas que se ven envueltas en las circunstancias de riña”, concluyó el funcionario.
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