Después de tres meses de capacitación en Derechos Humanos, cerca de 80 internos e internas pertenecientes a dos de los establecimientos penitenciarios y carcelarios de Bucaramanga: la Modelo y la reclusión de Mujeres, recibieron su certificado de asistencia al Taller de Protección de Derechos Humanos, DIH y Código de Procedimiento Penal, cuyo objetivo primordial, fue otorgarles los fundamentos legales mas importantes para que la condición humana de ser dignos no sea franqueada por parte de ninguna institución.
Con el apoyo del Ministerio del Interior y de Justicia, la Defensoría del Pueblo, Procuraduría Regional, y el Inpec, reclusas y reclusos recibieron asesoría jurídica, capacitación en temas relacionados con la legislación procesal penal, resolución pacífica de conflictos, y conocieron también la oferta de servicios que tienen los organismos participantes. De igual manera, quedaron preparados respecto al código de legislación procesal penal colombiano y aprendieron cómo accionar ante las instituciones para que se les reconozcan sus derechos.
El apoyo permanente de la Defensoría con estas capacitaciones cobra gran importancia, pues le permite a las diferentes comunidades conocer la normatividad y reglamentación que está sujeta a los derechos de cada uno de los internos e internas. En adelante su tarea es ser multiplicadores sobre estos temas.
Durante el acto de clausura el Defensor Regional manifestó que “el respecto a la dignidad humana no tiene cárcel, no tiene diferenciación, no se pierde en situaciones en que se atente o se vulnere por parte de las instituciones del estado. La integridad humana es la única posibilidad que existe en un estado democrático y social de derecho, y debe ser respetada con toda la fuerza y poder que se pueda desplegar para que la condición que tenemos de ser dignos no sea franqueado por ningún ente”.
De allí que el Estado Colombiano, a través de la Defensoría del Pueblo, del Inpec y de la Procuraduría, busca que ellos tengan ese reconocimiento mediante el aprendizaje continuo, “pues el conocimiento genera poder, y ustedes pueden haber perdido el derecho a la locomoción pero no su libertad en el entender, aprender, y el saber”, manifestó el Defensor.
Criterio para entender a los abogados
José Luis Rueda, representante del personal de internos de la Modelo, manifestó emocionado que “para nosotros es muy importante que en las cárceles, nos permitan tener estos espacios para conocer más sobre nuestros deberes y derechos; y poder con estas capacitaciones enmarcarnos dentro del respeto, hacer valer nuestros derechos tanto dentro de la institución como por fuera y en cualquier lugar del mundo…Con este diplomado aprendimos sobre DIH, sobre nuestros derechos fundamentales en cualquier evento y situación. Nosotros ya podemos entender muchas cosas que a veces sólo los abogados manejan como es el Código de Procedimiento Penal, ahora también sabemos cómo exigir cosas que para nosotros eran ajenas y que gracias a las clases pudimos aprender. Ahora cuando los defensores públicos conversen con nosotros ya contamos con algunos criterios para entenderlos”.
Luisa Fernanda Rueda, Procuradora Regional, opina que con estas capacitaciones se está cumpliendo una tarea que aunque dispendiosa también depende de ellos. “Seguiremos adelante con esta formación para que siempre estén a la vanguardia de sus derechos con dignidad, tolerancia y respeto. Tenemos que reconocer sin el concurso de la Defensoría del Pueblo este programa no sería posible y que para nosotros es la llave del éxito en estos talleres”.
Dilmar Ortiz Joya hizo memoria a la frase de que “a los centros penitenciarios no entra el delito sino el hombre”, razón por la cual a estas comunidades se les ejercita el conocimiento. Insistió en que esta clausura es formal pues nunca debe terminar la enseñanza en temas fundamentales sobre los derechos y respecto a la dignidad humana, en la forma de generar acciones para que esos derechos no sean conculcados por nadie y por ninguna institución del Estado.
Así mismo, invitó a las internas e internos a considerar este taller como un aliciente en el avance de sus derechos y a que “sean los ángeles y apóstoles de muchas personas que por algún error se encuentran en la cárceles pero que reciben el respaldo de la Defensoría, La Procuraduría y el Inpec. Queremos que el conocimiento incrustado en sus mentes sean puesto en funcionamiento a través de acciones y solicitudes respetuosas hacia las instituciones que velamos, coordinamos y desarrollamos los conocimientos sobre los derechos fundamentales de las personas”.
Con el apoyo del Ministerio del Interior y de Justicia, la Defensoría del Pueblo, Procuraduría Regional, y el Inpec, reclusas y reclusos recibieron asesoría jurídica, capacitación en temas relacionados con la legislación procesal penal, resolución pacífica de conflictos, y conocieron también la oferta de servicios que tienen los organismos participantes. De igual manera, quedaron preparados respecto al código de legislación procesal penal colombiano y aprendieron cómo accionar ante las instituciones para que se les reconozcan sus derechos.
El apoyo permanente de la Defensoría con estas capacitaciones cobra gran importancia, pues le permite a las diferentes comunidades conocer la normatividad y reglamentación que está sujeta a los derechos de cada uno de los internos e internas. En adelante su tarea es ser multiplicadores sobre estos temas.
Durante el acto de clausura el Defensor Regional manifestó que “el respecto a la dignidad humana no tiene cárcel, no tiene diferenciación, no se pierde en situaciones en que se atente o se vulnere por parte de las instituciones del estado. La integridad humana es la única posibilidad que existe en un estado democrático y social de derecho, y debe ser respetada con toda la fuerza y poder que se pueda desplegar para que la condición que tenemos de ser dignos no sea franqueado por ningún ente”.
De allí que el Estado Colombiano, a través de la Defensoría del Pueblo, del Inpec y de la Procuraduría, busca que ellos tengan ese reconocimiento mediante el aprendizaje continuo, “pues el conocimiento genera poder, y ustedes pueden haber perdido el derecho a la locomoción pero no su libertad en el entender, aprender, y el saber”, manifestó el Defensor.
Criterio para entender a los abogados
José Luis Rueda, representante del personal de internos de la Modelo, manifestó emocionado que “para nosotros es muy importante que en las cárceles, nos permitan tener estos espacios para conocer más sobre nuestros deberes y derechos; y poder con estas capacitaciones enmarcarnos dentro del respeto, hacer valer nuestros derechos tanto dentro de la institución como por fuera y en cualquier lugar del mundo…Con este diplomado aprendimos sobre DIH, sobre nuestros derechos fundamentales en cualquier evento y situación. Nosotros ya podemos entender muchas cosas que a veces sólo los abogados manejan como es el Código de Procedimiento Penal, ahora también sabemos cómo exigir cosas que para nosotros eran ajenas y que gracias a las clases pudimos aprender. Ahora cuando los defensores públicos conversen con nosotros ya contamos con algunos criterios para entenderlos”.
Luisa Fernanda Rueda, Procuradora Regional, opina que con estas capacitaciones se está cumpliendo una tarea que aunque dispendiosa también depende de ellos. “Seguiremos adelante con esta formación para que siempre estén a la vanguardia de sus derechos con dignidad, tolerancia y respeto. Tenemos que reconocer sin el concurso de la Defensoría del Pueblo este programa no sería posible y que para nosotros es la llave del éxito en estos talleres”.
Dilmar Ortiz Joya hizo memoria a la frase de que “a los centros penitenciarios no entra el delito sino el hombre”, razón por la cual a estas comunidades se les ejercita el conocimiento. Insistió en que esta clausura es formal pues nunca debe terminar la enseñanza en temas fundamentales sobre los derechos y respecto a la dignidad humana, en la forma de generar acciones para que esos derechos no sean conculcados por nadie y por ninguna institución del Estado.
Así mismo, invitó a las internas e internos a considerar este taller como un aliciente en el avance de sus derechos y a que “sean los ángeles y apóstoles de muchas personas que por algún error se encuentran en la cárceles pero que reciben el respaldo de la Defensoría, La Procuraduría y el Inpec. Queremos que el conocimiento incrustado en sus mentes sean puesto en funcionamiento a través de acciones y solicitudes respetuosas hacia las instituciones que velamos, coordinamos y desarrollamos los conocimientos sobre los derechos fundamentales de las personas”.
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